Niños y Pandemia EMDRChile

Los niños, el futuro de Chile

¿Como podemos responder como sociedad, a la dura y sostenida realidad de confinamiento y estrés, que han estado viviendo nuestros niños y adolescentes?

¿Qué impacto está teniendo en su vida emocional, mental y física? ¿Qué consecuencias tendrá a largo plazo y en su desarrollo como seres humanos?

Se han desplagado múltiples estudios que nos muestran que nuestros niños están experimentando gran incertidumbre y confusión, ante información que no están pudiendo asimilar afectiva y mentalmente. Sienten gran ansiedad por no poder descargar su energía física a través del juego, el deporte y el movimiento. No poder abrazar y jugar con sus abuelos y primos. No poder asistir a su colegio y compartir con sus compañeros. Soportar la aridez de aprender solos, frente a un computador y sentirse ante una montaña de tareas, muchas veces sin la ayuda de adultos que están muy ocupados. Por el miedo y el estrés que observan en el rostro de sus padres y por todas las pérdidas vividas sostenidamente, hace más de un año.

¿Como sociedad estamos haciendo todo lo posible para crear medidas paliativas que protejan el desarrollo sano de nuestros niños, frente a esta dura realidad de pandemia y confinamiento?

Como profesionales de la salud mental, dedicados al trauma, vemos con urgencia la necesidad de poner prioridad a uno de los temas más relevantes de todos; cómo proteger a mentes y cuerpos en formación, de los altos niveles de estrés a que se han visto expuestos, durante tiempos que, en muchos casos, duplica sus años vividos. Nos sentimos con la responsabilidad de hacer públicas las preocupantes consecuencias que estamos observando y proponer medidas paliativas a este difícil momento. Se están generando síntomas que requieren de una pronta intervención: estado sostenido de alerta, angustia, irritabilidad, desregulación emocional, agotamiento, desconcentración, problemas de sueño, somatizaciones, tales como dolor abdominal, de cabeza y dermatitis, entre otros. Vemos inseguridad social y la interrupción en el desarrollo de habilidades socioemocionales. Es que la mente, el cuerpo y el corazón, ¡ya no resisten!

Sabemos que el juego es el lenguaje en que se expresan los niños y la necesidad de movimiento es propia de la edad. Ambos favorecen la descarga de tensiones, la regulación emocional, la elaboración de experiencias difíciles y elevan las defensas, lo que deriva en mayor salud física y mental. También las neurociencias nos enseñan que la cercanía y la respuesta emocional de los padres y/o cuidadores puede ser muy protectoras frente al estrés de los más jóvenes.  Los niveles de ansiedad son modulados y corregulados en la relación con el adulto significativo. Es central en estos momentos que logremos estar receptivos a sus necesidades, ser cariñosos y comprensivos con ellos y ser capaces como sociedad, de visibilizar sus urgentes necesidades.

Esperamos también que nuestras autoridades, entre otras medidas prioritarias, puedan evaluar la importancia de acortar las jornadas de clases virtuales y que los colegios prioricen aprendizajes experienciales en casa, más que la memorización de contenidos. Que programen más pausas lúdicas y activas físicamente, en los horarios de colegio y también en las jornadas extraescolares, colaborando con ideas, para que puedan ser implementadas por los padres.  Que se otorguen los mayores permisos diarios posibles, para que los niños puedan distenderse, correr y jugar, con las medidas de cuidado anti covid, necesarias. También como todos sabemos, se torna fundamental la asistencia a clases presencial, apenas pueda darse en un contexto seguro.

Nuestros niños son el mayor bien de nuestra patria y necesitan medidas saludables, hoy. ¡Ellos no pueden esperar más!   

                                                                                                                                                                                    Directiva Asociación de Terapeutas EMDR Chile

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